Reto módulo 2. Mujeres en la historia.


Quiero presentar a la otorrinolaringóloga Carlota de la Quintana y López Arroyave, la primera médica especialista de Canarias y la tercera en España. 

Nació en Artenara  (Gran Canaria)  en el año 1910. Tuvo la suerte de nacer en una familia intelectual donde la educación no se reservaba exclusivamente a los hombres, hecho que permitió que pudiera ir  a estudiar a la universidad.

 En el año 1930 se fue a estudiar a Madrid y con 25 años  ya había terminado la carrera de medicina y el doctorado.  Aunque hay que resaltar que previamente estudió la carrera de Magisterio, profesión que nunca llegó a ejercer.

Continuó con su formación en Alemania y en Suiza donde estudió pediatría, aparato digestivo y traumatología pues esa especialidad no existía en España.

Mujer políglota, aprendió a hablar en 13 idiomas incluyendo el esperanto.

En los años 40 regresó a su isla para ejercer la especialidad de otorrinolaringología, como la primera doctora de Canarias. La llamaban la doctora de los pobres porque ayudaba a personas sin recursos.

No solamente les atendía en su consulta hasta altas horas de la madrugada y sin cobrarles, sino que se desplazaba a aquellas zonas que por tan alejadas y humildes, el resto de médicos no querían atender.

Cuentan sus hijas que incluso a algunos de estos pacientes les dejaba sobres con dinero debajo de la almohada.

Murió con 102 años, habiendo recibido diversos homenajes por su labor y el reconocimiento de la sociedad.

Mujeres como ella, que no  tuvieron miedo a luchar contra lo establecido, han contribuido con su trabajo a demostrar que las mujeres tienen las mismas capacidades intelectuales que los hombres. 

No hay que olvidar el contexto en el que tuvo que estudiar Carlota. Fue el 8 de marzo de 1910 cuando por primera vez la mujer fue libre para matricularse en una universidad. Hasta entonces, se tenía que pedir un permiso especial al Consejo de Ministros para poder estudiar.

Aún así, las mujeres no se podían mover libremente por la facultad, tenían que ir acompañadas por sus profesores y no podían sentarse con los chicos.

No debió ser fácil estudiar en la universidad, en una época en la que la mujer tenía que casarse y quedarse en casa cuidando de sus hijos, y cuya máxima aspiración laboral permitida  suponía ser enfermera o secretaria.

Como muchas mujeres en iguales circunstancias, tuvo que esforzarse el doble que sus compañeros varones para ganarse el respeto de los profesores pues al principio le negaban las notas que merecía.

Los años 30 fueron especialmente importantes a nivel social en España. En 1931, durante la Segunda República, las mujeres obtuvieron el derecho al voto, un hito en la lucha por la igualdad de género. Son años de grandes avances que coincidieron con la formación académica de Carlota, que lamentablemente se vieron interrumpidos por la guerra civil y el franquismo que frenaron el avance de la igualdad de género.

Carlota no renunció a ser madre, sino que combinó su vida familiar con su carrera profesional, dando ejemplo de que las mujeres podían hacer ambas cosas. Su trayectoria es un referente para las generaciones posteriores de mujeres que han seguido su estela.

Fuentes consultadas:

Blog de Elena I. Rojas Plasencia

La mujer en la universidad. La Vanguardia.

Mujeres pioneras en la medicina


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